¿SIEMPRE HAY UNA BRUJA EN CADA CUENTO?

Querido Señor Walt Disney,

Soy una fiel admiradora, adoro sus fantásticas películas desde sus comienzos hasta el día de hoy. Siempre me han encantado, como la mayoría de las niñas, las de princesas como Blancanieves o La Bella Durmiente. He crecido viéndolas, y desmenuzando las enseñanzas que nos daba en ellas. También he aprendido que hay que esperar al príncipe azul, que vendrá en un hermoso caballo o por una caprichosa casualidad. Ese que usted idealizó como un hombre alto, apuesto y cariñoso. Que aparecía de un modo u otro para acabar el cuento con un “fueron felices y comieron perdices”.

Sin embargo, crear un cuento para exponer ciertos valores y sin muchas tramas, es bastante sencillo. Por ello, es necesario añadir otro personaje secundario a la historia, la mala malísima que hace sufrir a la joven y pone impedimentos para que sea feliz con su amado.

Esto no es algo extraño en la vida real, es más común de lo que creemos. Siempre hay una bruja tras una historia bonita; una que, por celos o por fastidiar, se mete en camisa de once varas…La mayoría de las veces consigue su propósito, que la pareja acabe con su nube de amor. Pero otras, hace que la pareja sea más fuerte y se consolide ante tempestades. En estos casos, es importante la presencia de un buen príncipe que sea valiente y proteja a su amada, dejándole claro a la vil bruja que no conseguirá su objetivo.

Fdo. Hablando Balleno.